No sé que esté fallando, si el servidor blogger o la conexión de internet a mi tumba, pero me he tardado varios días intentando infructuosamente subir películas que quiero compartir con ustedes. Tanto lo he intentado que he faltado a mis deberes y ahora hay más cabrones viviendo por ahí de los que debieran.
De haber podido, hace rato que estuvieran las entradas dedicadas a 4 maestros del manga gore: Junji Ito, Suehiro Maruo, Shintaro Kago e Hideshi Hino...
2 DÍAS DESPUÉS- Uf! Al fin pude subir la película que les presento ahora -
Sirena en la alcantarilla-. Si no puedo con las siguientes, al menos pondré links para que las puedan bajar...
Empezamos nuestro recorrido por las pervertidas páginas del manga de terror con Hideshi Hino. Si son fans del cine gore, probablemente recordarán el escándalo que se armó hace unos años con una serie en video:
Guinea Pig, algunos de cuyos capitulos, que circularon en copias piratas sin créditos y sin subtitular, fueron acusados de ser cine snuff.
Tal vez esta era la intención de sus creadores, quienes al final se vieron obligados a sacar una versión en DVD, con créditos y "Making Off", para mostrar lo falso de tal acusación.
El escándalo sirvió para que occidente conociera a Hideshi Hino, cerebro detrás de la serie y director de 2 de sus 11 capítulos:
Flores de carne ensangrentada y
Sirena en la alcantarilla.
Japón tiene una larga tradición en mangas de terror y sadomasoquismo (guro y ero-guro), uno de cuyos iniciadores fue Go Nagai -creador de
Mazinger Z- con su inefable
DEVILMAN, del que han salido versiones en animé, y una más reciente con actores que pueden bajar clickeando
aquí (no se la pierdan batos, los FX están chaquetos a causa del bajo presupuesto, pero la historia es fiel al original, y es toda una lección, pa' vergüenza de los gringos, de como hacer adaptaciones cinematográficas de historietas).
De entre los 4 artistas que reseñaré en esta y próximas entradas, cada quien tiene su favorito.
Lo que más diferencia a Hideshi Hino de otros grandes del manga gore es su dibujo, más caricaturesco y feísta; que en principio parecería más adecuado para un manga infantil. Esto ha ocasionado que algunos consideren a Hino un mangaka menor, mientras sus fans opinan que ese estilo es el único posible para ilustrar sus malalecheras historias, especies de cuentos de hadas gore (según su mismo autor) con más gusanos, cadáveres, pústulas, pus, putrefacción, amputaciones y sangre que princesas; y en los que a veces hay una ternura pesimista que no desagradaría a Andersen, escritor de la
Sirenita (cuyo trágico final fue alterado y dulcificado por el ñoño Disney) y de
La muerte y la madre.
Metan en una licuadora gigante los cadáveres de los hermanos Grimm, Kafka y Peter Jackson, agreguen algunas cenizas de los calcinados por bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, y el pútrido licuado saberá muy parecido a un manga de Hino.
Y es que este autor -que como buen nieto de un yakuza gusta de presentarse con kimono negro y sable-, tiene más de una razón para considerarse hijo de la 2a guerra mundial: Nació en 1946 en Manchuria cuando está era ocupada por el ejercito japonés; así que es hijo de invasores, nacido en un país que odiaba a sus padres y los expulsó al liberarse.
Esta azarosa y cruel historia familiar sirve de inspiración a sus mangas, a menudo autobiográficos, donde descarga el rencor que siente por su familia. Según cuenta él mismo, ha matado a sus padres unas 3 veces en sus historietas.
Hino es comúnmente víctima de depresiones y crisis de impotencia, de las que suele salir con otro oscuro manga, como el que les presento a continuación: