4- ME CASÉ CON UN ZOMBI (I walked with a zombie)
Director: Jacques Tourneur. USA. 1943.
Director: Jacques Tourneur. USA. 1943.
Francés de nacimiento, Tourneur realizó la que fue considerada la mejor película zombi -hasta que llegó La noche de los muertos vivientes-, y el primer y último gran film de cine vudú hasta la fecha. Curioso, si pensamos que el zombi es precisamente un personaje nacido de las creencias y ritos vudú.
I walked with a zombie está más cercana al cine gótico europeo que al cine de miedo gringo, y más centrada en la atmósfera, la fotografía, los diálogos y los maquillajes (como el de CarreFour -Darby Jones-, el zombi negro), que en la acción.
El diálogo al inicio de la película entre la joven enfermera que viaja en el barco y el maduro aventurero que la desengaña de la hermosa noche que ve, marca la pauta que llevará el resto del film: “La belleza que usted ve es resultado de la muerte: Las estrellas que ve parpadear son la luz que llega atrasada de soles muertos hace millones de años, y el brillo de las aguas es producido por los cadáveres de los peces al pudrirse”.
Jacques Tourneur, quien dirigió también La mujer pantera (The cat people, 1942) y La noche del demonio (The night of the demon, 1952), dijo en alguna ocasión que soñaba hacer una película sobre una guerra entre los muertos y los vivos. Ese sueño sólo ha sido parcial e incompletamente cumplido por el cine zombi posterior.
I walked with a zombie está más cercana al cine gótico europeo que al cine de miedo gringo, y más centrada en la atmósfera, la fotografía, los diálogos y los maquillajes (como el de CarreFour -Darby Jones-, el zombi negro), que en la acción.
El diálogo al inicio de la película entre la joven enfermera que viaja en el barco y el maduro aventurero que la desengaña de la hermosa noche que ve, marca la pauta que llevará el resto del film: “La belleza que usted ve es resultado de la muerte: Las estrellas que ve parpadear son la luz que llega atrasada de soles muertos hace millones de años, y el brillo de las aguas es producido por los cadáveres de los peces al pudrirse”.
Jacques Tourneur, quien dirigió también La mujer pantera (The cat people, 1942) y La noche del demonio (The night of the demon, 1952), dijo en alguna ocasión que soñaba hacer una película sobre una guerra entre los muertos y los vivos. Ese sueño sólo ha sido parcial e incompletamente cumplido por el cine zombi posterior.
3- TU MAMÁ SE COMIÓ A MI PERRO (Braindead)
Director: Peter Jackson. Nueva Zelanda. 1992.
Director: Peter Jackson. Nueva Zelanda. 1992.
Antes de ganar en Cannes con Criaturas celestiales y en Hollywod con El señor de los anillos, el malcriado Peter Jackson realizó sus mejores películas fuera del “mainstream”: Meet the feebles (1989)-que se puede bajar en español dando click aquí-, Mal gusto (Bad taste. 1986) -con un título que es en sí todo un manifiesto de cine-, y Braindead (que pueden descargar aquí gracias a RKQYTRSQLT, que viene subiendo a youtube películas completas de terror en español desde 2006), considerada la película más sangrienta de la historia del cine.
Pero, como sugiere el título con que se conoció en España, Braindead es una comedia, y muy divertida: la cumbre del “splastick” (mezcla entre el “splatter” o cine sangriento, y el “slapstick”, o cine de gags de la comedia muda, al modo de Buster Keaton y Harol Lloyd).
La delirante secuencia final es la más grande carnicería que ha habido en el cine zombi, un subgénero en el que de por si abundan las carnicerías. Manuel Valencia y Eduardo Guillot escribieron en su libro Sangre, sudor y vísceras: Historia del cine gore, que “Jackson firmó el gore definitivo. Superar Braindead es, hoy por hoy, prácticamente imposible”.
Y puede que así sea. Hasta ahora, parece que sólo el historietista y videoasta japonés Hideshi Hino, creador de la malsana saga Guinea Pig, ha podido hacer un gore que no parezca anacrónico y gastado frente a Braindead.
Pero, como sugiere el título con que se conoció en España, Braindead es una comedia, y muy divertida: la cumbre del “splastick” (mezcla entre el “splatter” o cine sangriento, y el “slapstick”, o cine de gags de la comedia muda, al modo de Buster Keaton y Harol Lloyd).
La delirante secuencia final es la más grande carnicería que ha habido en el cine zombi, un subgénero en el que de por si abundan las carnicerías. Manuel Valencia y Eduardo Guillot escribieron en su libro Sangre, sudor y vísceras: Historia del cine gore, que “Jackson firmó el gore definitivo. Superar Braindead es, hoy por hoy, prácticamente imposible”.
Y puede que así sea. Hasta ahora, parece que sólo el historietista y videoasta japonés Hideshi Hino, creador de la malsana saga Guinea Pig, ha podido hacer un gore que no parezca anacrónico y gastado frente a Braindead.
2- DELLAMORTE DELLAMORE
Director: Michele Soavi. Italia/francia. 1994 (Conocida en México como Mi novia es un zombi).
Director: Michele Soavi. Italia/francia. 1994 (Conocida en México como Mi novia es un zombi).
El “canto del cisne” del spaghetti-zombi italiano es con mucho mi película preferida de muertos vivientes. Está basada en un guión poético y lleno de humor negro, escrito por el historietista Tiziano Sclavi, autor de Dylan Dog, un clásico injustamente inédito en México.
Y tanto Michelle Soavi como Tiziano Sclavi parecieron querer verter en esta versión posmoderna y apocalíptica de Romeo y Julieta sus obsesiones sobre el amor, el sexo y la muerte.
Soavi, alumno del gran Dario Argento, lleva a su extremo el estilo manierista y esteta de su maestro, deudor de la pintura simbolista y del teatro, logrando una atmósfera de sueño que influyó sin duda en los creadores de Delicatessen y La ciudad de los niños perdidos.
Los continuos giros argumentales de la historia pueden confundir al que sólo quiere tramas simples y muertes sin significado, pero agradarán a los que buscan obras que superen los límites del género…
Ah, y además, la película tiene como actriz invitada a la mísmisima Muerte (Ajum!, modestia aparte), honor que se le ha dado a su servilleta en otras 2 películas: Fausto (1926) de F. W. Murnau, y Las aventuras del Barón Munchausen (1989), de Terry Gilliam...
Por su pesimismo absoluto y su romanticismo con olor a tumba, Dellamorte Dellamore es lo más cercano en cine al Triunfo de la muerte del viejo Brueghel.
Y tanto Michelle Soavi como Tiziano Sclavi parecieron querer verter en esta versión posmoderna y apocalíptica de Romeo y Julieta sus obsesiones sobre el amor, el sexo y la muerte.
Soavi, alumno del gran Dario Argento, lleva a su extremo el estilo manierista y esteta de su maestro, deudor de la pintura simbolista y del teatro, logrando una atmósfera de sueño que influyó sin duda en los creadores de Delicatessen y La ciudad de los niños perdidos.
Los continuos giros argumentales de la historia pueden confundir al que sólo quiere tramas simples y muertes sin significado, pero agradarán a los que buscan obras que superen los límites del género…
Ah, y además, la película tiene como actriz invitada a la mísmisima Muerte (Ajum!, modestia aparte), honor que se le ha dado a su servilleta en otras 2 películas: Fausto (1926) de F. W. Murnau, y Las aventuras del Barón Munchausen (1989), de Terry Gilliam...
Por su pesimismo absoluto y su romanticismo con olor a tumba, Dellamorte Dellamore es lo más cercano en cine al Triunfo de la muerte del viejo Brueghel.
1- LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES (Night of the Living Dead)
Director: George A. Romero. USA. 1968.
Director: George A. Romero. USA. 1968.
Filmada en el significativo año de 1968, en un blanco y negro casi documental, La noche de los muertos vivientes inaugura la figura del zombi moderno, ese que se arrastra en masa fuera de su tumba, buscando sesos humanos que comer, infectando o devorando a los vivos.
A pesar de ser probablemente la película de la historia del cine que más se ha choteado, copiado y “remakeado”, La noche de los muertos vivientes conserva su poder. Junto a Nosferatu, es la cinta de horror que los críticos comunes suelen aceptar en su “top 100” de cine.
Y es que La noche... tiene un ritmo creciente y desolador, que se ahorra las absurdas explicaciones y desemboca en un final frustrante y de simbólico pesimismo, volviéndose una alegoría social sin pedanterías y sin sacrificar el horror puro y el auténtico cine.
A pesar de ser probablemente la película de la historia del cine que más se ha choteado, copiado y “remakeado”, La noche de los muertos vivientes conserva su poder. Junto a Nosferatu, es la cinta de horror que los críticos comunes suelen aceptar en su “top 100” de cine.
Y es que La noche... tiene un ritmo creciente y desolador, que se ahorra las absurdas explicaciones y desemboca en un final frustrante y de simbólico pesimismo, volviéndose una alegoría social sin pedanterías y sin sacrificar el horror puro y el auténtico cine.
Por cierto, si aún no han visto la versión original en blanco y negro, por nada del mundo vean antes el innecesario remake que hizo a color en 1990 Tom Savini , pues es mucho más flojo, y así sólo conseguirán disfrutar menos de la primera versión cuando puedan verla-es como ver el remake de Psicosis antes que la película de Hitchcock-.
George A. Romero, realizador de fortuna desigual, no pudo reponerse nunca de esta “opera prima” que resultó una obra maestra; aunque muchas de sus realizaciones posteriores son sin duda valiosas, como Martín (1977), Los ojos del diablo (1989), Atracción diabólica (Monkey Shines, 1988), o sus continuaciones de La noche de los muertos vivientes: El amanecer de los muertos vivientes (1978), El día de los muertos vivientes (1985) -que contiene una de las mejores escenas de destripamiento del cine-, y La ciudad de los muertos, que estuvo en cartelera hace un par de años.
George A. Romero, realizador de fortuna desigual, no pudo reponerse nunca de esta “opera prima” que resultó una obra maestra; aunque muchas de sus realizaciones posteriores son sin duda valiosas, como Martín (1977), Los ojos del diablo (1989), Atracción diabólica (Monkey Shines, 1988), o sus continuaciones de La noche de los muertos vivientes: El amanecer de los muertos vivientes (1978), El día de los muertos vivientes (1985) -que contiene una de las mejores escenas de destripamiento del cine-, y La ciudad de los muertos, que estuvo en cartelera hace un par de años.
TRAILERS
4- ME CASÉ CON UN ZOMBI (I walked with a zombie):
3- TU MAMÁ SE COMIÓ A MI PERRO (Braindead):
2- DELLAMORTE DELLAMORE:
1- LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES (Night of the Living Dead):
Varias películas que quedaron fuera de este personal “top” están a la altura de las incluidas. Pienso, por ejemplo, en la divertidísima Re-animator (1985), del director de culto Stuart Gordon, y en las dos secuelas de esta que dirigió su colaborador Brian Yuzna: La novia de Re-animator (Bride of Re-animator, 1989) y Beyond Re-animator (2003). También pienso en White Zombie (1932) de Victor Halperin, al parecer la primera película del subgénero zombi, protagonizada por Bela Lugosi; en Muertos y Enterrados (Dead and buried, 1980) de Gary A. Sherman; o en Violencia en Manhattan (Street trash, 1986) de Jim Muro. Y para agregar algo de la nueva ola de terror Japonés, Stacy (2001), de Naoyuki Tomomatsu, que se va por igual a los extremos de la cursilería y del gore más despiadado.
Y para los interesados en el cine protagonizado por esqueletos, ahí están Jasón y los argonautas, de Harry Harrihausen (bueno, Harrihausen no firma como director, hace los FX, pero es responsable de las secuencias que valen la pena); Evil dead 3: The Army of Darkness, de Sam Raimi; El cadáver de la novia, de Tim Burton; Hasta los huesos, de René Castillo -que subí en una entrada anterior-; o el guión de El viaje de Guido Mastorna, no filmado debido a la muerte de su autor, Federico Fellini. Pero aún no se ha realizado la versión cinematográfica de El triunfo de la Muerte de Brueghel, ni se ha hecho realidad el film que soñó Jacques Torneaur. Tal vez el cine de animación dirá al respecto la última palabra. Mientras, escojamos entre abandonar falsos pudores y disfrutar de estas locas películas, o aceptar ser un zombi cuyo cerebro sea devorado por la soporífera programación de la televisión comercial.
Y para los interesados en el cine protagonizado por esqueletos, ahí están Jasón y los argonautas, de Harry Harrihausen (bueno, Harrihausen no firma como director, hace los FX, pero es responsable de las secuencias que valen la pena); Evil dead 3: The Army of Darkness, de Sam Raimi; El cadáver de la novia, de Tim Burton; Hasta los huesos, de René Castillo -que subí en una entrada anterior-; o el guión de El viaje de Guido Mastorna, no filmado debido a la muerte de su autor, Federico Fellini. Pero aún no se ha realizado la versión cinematográfica de El triunfo de la Muerte de Brueghel, ni se ha hecho realidad el film que soñó Jacques Torneaur. Tal vez el cine de animación dirá al respecto la última palabra. Mientras, escojamos entre abandonar falsos pudores y disfrutar de estas locas películas, o aceptar ser un zombi cuyo cerebro sea devorado por la soporífera programación de la televisión comercial.
(Top 5 de cine zombi se publicó en el número más reciente de EL ÁNIMA DE SAYULA -Primer revista electrónica en español de literatura humorística, satírica y de mal gusto-: http://mx.groups.yahoo.com/group/elanimadesayula/ )
4 comentarios:
muy buena entrada! sólo la observación de que el estilo de Dario Argento es deudor a su vez de Mario Bava, el creador de esa peculiar forma de hacer cine...
Y muy buena y justa observación Tedezco, Mario Bava es Papá de Argento y de Fulci (y claro, de Lamberto Bava), y abuelito adelantado de Soavi.
En Operazione Paura está ya ese desmadre narrativo tan al gusto de Fulci, que es un intento en Bava de reflejar la atmosfera del sueño, como lo entenderia Fellini, quien tambien se lo fusiló.
Genial post.
Me declaro absoluto fanático de las películas gore y de zombies especialmente.
"Della morte dellamore" ¡no la conocía! Se decarga ilegalmente de inmediato, jeje.
Sr costal de huesos tambien hace una aparicion en la pelicula mexicana Macario, sin duda una de las extrañas representaciones de la muerte en el cine.
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