Me gusta el canto que duele al saborearlo
como chile habanero
y mata un poco al aspirarlo
como raya de coca.
Vuelas ave, y no has notado
que estás muerta,
la bala que te dio ya no la sentirás.
¿Para qué cantar sobre el pasado,
caballo fulminado por el rayo?
¿Para qué cantar sobre el futuro?
Los muertos dejan de sentir,
mas no dejan de hacer daño. Mira:
Su cerebro y corazón se están pudriendo,
pero aún crecen sus uñas y cabellos.
¿Para qué cantar sobre el presente,
caricatura idiota de lo eterno?
En la literatura indígena
los arboles chorrean sangre,
las heridas de los animales huelen a savia,
los insectos platican con los humanos,
la muerte se acuesta con todos
y a cada coito se hace más virgen.
Los que son infelices por tontos
suelen decir que sólo los tontos son felices.
Un arte religioso para ateos.
Cuando parece que uno habla de la muerte, es de la vida que habla. Los huesos, que forman descarnados la imagen mitológica de la muerte, no le sirven para nada a un muerto, son para vivir y sostener al vivo que fueron hechos.
Un cadáver y una obra de arte se parecen en que son fósiles, materia sin vida sobre la que la vida dejó su huella.
No existen la muerte ni la vida, sólo los seres vivos.
No existen los artistas, sólo el arte.
La muerte no existe. Pero es más real que yo.
Dejaré sólo mis huesos,
como una madre muerta en parto
deja a las crías que se formaron en su vientre.
Y dos o tres cantos.
Vendrás, dirás y te irás.
No hay mejor destino,
y no hay más.
como chile habanero
y mata un poco al aspirarlo
como raya de coca.
Vuelas ave, y no has notado
que estás muerta,
la bala que te dio ya no la sentirás.
¿Para qué cantar sobre el pasado,
caballo fulminado por el rayo?
¿Para qué cantar sobre el futuro?
Los muertos dejan de sentir,
mas no dejan de hacer daño. Mira:
Su cerebro y corazón se están pudriendo,
pero aún crecen sus uñas y cabellos.
¿Para qué cantar sobre el presente,
caricatura idiota de lo eterno?
En la literatura indígena
los arboles chorrean sangre,
las heridas de los animales huelen a savia,
los insectos platican con los humanos,
la muerte se acuesta con todos
y a cada coito se hace más virgen.
Los que son infelices por tontos
suelen decir que sólo los tontos son felices.
Un arte religioso para ateos.
Cuando parece que uno habla de la muerte, es de la vida que habla. Los huesos, que forman descarnados la imagen mitológica de la muerte, no le sirven para nada a un muerto, son para vivir y sostener al vivo que fueron hechos.
Un cadáver y una obra de arte se parecen en que son fósiles, materia sin vida sobre la que la vida dejó su huella.
No existen la muerte ni la vida, sólo los seres vivos.
No existen los artistas, sólo el arte.
La muerte no existe. Pero es más real que yo.
Dejaré sólo mis huesos,
como una madre muerta en parto
deja a las crías que se formaron en su vientre.
Y dos o tres cantos.
Vendrás, dirás y te irás.
No hay mejor destino,
y no hay más.
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