Damien Hirst ha sido considerado por algunos críticos como el artista plástico vivo más importante, opinión más que cuestionable, teniendo en cuenta que aun están por aquí personas de la talla de Robert Crumb, Antoni Muntadas, Ron Mueck o, hasta hace muy poco, León Ferrari. Ese apresurado juicio es una muestra más de la mala educación del imperio, que suele exagerar poniendo los nombres de artistas ingleses y estadounidenses por sobre los de otros que en realidad realizan obras más interesantes y cuyas innovaciones son anteriores en el tiempo.
De lo que no hay duda es de la capacidad de Hirst para asombrar y llamar la atención, lo cual no extraña si consideramos que los materiales con los que trabaja no son principalmente pinceles y pinturas, sino cadáveres de todo tipo de animales.
Ya dediqué una entrada anterior a mostrar la obra de este artista; ahora subo un muy interesante documental sobre su obra y sobre las primeras exposiciones que hizo en México, que fueron también sus primeras exposiciones en latinoamérica y en el mundo hispano:
.jpg)
(En la imagen pueden ver a uno de los corderos en formol de Hirst rezando frente a un retablo colonial, en una singular exposición en el Museo de la Academia de San Carlos, Ciudad de México)
PARTE I:
PARTE II:
Y para terminar esta entrada, chequen esta impactante foto del diablo en un hospital:
No hay comentarios:
Publicar un comentario