Romance anónimo francés
Traducción de Andrés Holguín
Romance
francés antiguo con tintes fantásticos que André Breton debió haber incluido (y
no lo hizo) en su Antología del humor
negro.
Allá pasan por el bosque.
Va la madre con la
hija.
La madre canta un
cantar,
pero la niña suspira.
-“¿Qué te hace
suspirar?
¿Por qué lloras,
Margarita?”
-“Es que sufro sin
decirlo.
Soy una joven de día,
pero de noche me
vuelvo
una blanca
cervatilla;
condes y duques me
siguen,
cazadores y jaurías,
y el que más me
acosa, madre,
es mi hermano
Roldanías.
Anda, pronto, madre,
pronto,
dile que no me
persiga,
dile que amarre sus
perros
hasta que amanezca el
día”.
-“Roldanías, ¿dónde
tienes
tus pajes y tus
jaurías?”
-“Están en el bosque,
madre,
tras de blanca
cervatilla”.
-“Deténlos, hijo,
deténlos,
¡deténlos, por vida
mía!”
Con su cuerno
plateado
llama tres veces
seguidas.
A la tercera llamada
cazan a la
cervatilla.
-“Mandemos
despellejarla
y servirla a la
comida”.
Dice el que la
despelleja,
bien oiréis lo que
decía:
-“Tiene rubios los
cabellos,
tiene el seno de una
niña”.
Saca el cuchillo del
cinto
y en trozos la
descuartiza.
Ofrecen una gran cena
al rey y su comitiva.
-“Estamos todos
reunidos;
sólo falta
Margarita”.
-“Yo me senté de
primera.
Empezad vuestra
comida;
mi cabeza está en la
fuente
y mi carne en la
vajilla;
mi sangre está
derramada,
fresca
aun, en la cocina;
y
entre ascuas, mis pobres huesos
se
queman en la parrilla”.
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