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(La anterior es una entrada que escribió mi gato un día que se subió al teclado de la computadora. Es una lástima que pocos humanos entiendan el gatonil, porque lo que dice es muy divertido.)
domingo, 20 de abril de 2008
EL MEJOR MURAL DE SIQUEIROS, DAÑADO Y ABANDONADO EN EL SINDICATO DE ELECTRICISTAS
(Arriba: de la serie de pinturas realizadas en la cárcel de Lecumberri. Abajo: Detalles del mural "Retrato de la burguesía" en el SME)
A pesar de la indiferencia con que hoy se recibe su obra en México, debido en parte al recuerdo de su apoyo al régimen stalinista y su cerrazón de “no hay más ruta que la nuestra”, Siqueiros es uno de los artistas más visionarios que ha dado el país, y es sin duda el que más ha influido en el extranjero, junto con Posada y los anónimos precolombinos. ¿Creen que exagero? Vean nomás:
Su colaboración con técnicos y químicos estadounidenses dio lugar a la invención de la pintura acrílica, la más usada actualmente, debido a sus virtudes frente al clásico óleo. Su uso pionero de plásticos, aerógrafos, aerosoles, etc.; la organización de talleres de pintura mural colectiva y callejera en Estados Unidos, Chile, Argentina y otros países; su crítica a otros muralistas por decorar sólo edificios del estado, “precisamente aquellos (muros) que estaban más alejados del tránsito de las masas”; y al Taller de Gráfica Popular por no usar el ofsett y la fotocopia; su idea de un arte comprometido y público; lo hacen el genuino padre del graffiti y del arte urbano actual. Cierto que su obra tiene claras diferencias con el arte urbano de hoy, pero también tiene más parecidos que la de cualquiera de sus contemporáneos, en cualquier parte del mundo.
El juicio que en los 50`s dio Manuel Rodríguez Lozano -excelente pintor, por otra parte-, sirve para ver cuan adelantados estaban los procedimientos usados por Siqueiros para su época, incapaz de valorarlos justamente: “¿Siqueiros? Pues su pintura es tal que yo le llamo ‘pintura robot’, porque no usan –él y sus discípulos- más que la mecánica: fotografían al sujeto, sacan la diapositiva, la proyectan y le meten la pistola al aire, luego, carecen de criterio”. ¿Qué pensaría Lozano de los modernos artistas del esténcil?
Pero la historia la escriben los vencedores, dice la canción. A Borges, al Octavio Paz de la vejez, a George Orwell-que fue policía y delator-, y a muchos otros se les perdonan sus coqueteos con la derecha y sus opiniones políticas muchas veces aberrantes. A Siqueiros no, porque apoyó a los que perdieron la guerra fría. Y este tendencioso ostracismo, debido a razones políticas, no artísticas, lo llevan a cabo precisamente los que defienden que el arte se debe separar de la política.
La verdad es que los errores de Siqueiros nos enseñan tanto como sus experimentos plásticos, pues nos hacen recordar los riesgos de no tener una posición autocrítica hacia nuestras propias creencias y prejuicios, y hacia los movimientos e ideologías que defendemos.
Pero esta entrada no era para echarle flores a este arrumbado pintor, sino para denunciar el mal estado en que se encuentra la que tal vez es su obra maestra, el mural que pintó para el Sindicato Mexicano de Electricistas. Lo pueden visitar en la dirección Antonio Caso No. 45, Colonia Tabacalera, Del. Cuauhtémoc, cerca del monumento a la revolución y de varias estaciones de metro (como Juárez: saliendo tomen la calle Victoria hacia Insurgentes).
Les aseguro que se darán una grata sorpresa, como dice el comercial. A pesar de haber sido realizado en 1939 en un espacio reducido, parece haber sido pintado ayer, tan moderna es su técnica, su diseño y su perspectiva activa, inventada por el propio Siqueiros.
Mejor dicho, parecería haber sido pintado ayer si no se estuviera cayendo a pedazos, tan descuidado lo tienen los del sindicato. Así como luchan porque no se privatice la electricidad, así deberían proteger este mural, que tambien forma parte del patrimonio mexicano que les fue dado a su cuidado. Cuando empecé a tomar fotografías para este blog, debidamente disfrazada, no tardó en venir el típico policía a chingar. En lugar de gastar dinero en pagarle a alguien para molestar a los ocasionales visitantes, deberían ocuparse de invertir algo en su restauración, antes de que sea demasiado tarde.
En enero del 2004, el entonces subdirector del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencrpam) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Alejandro Morfín Faure, tachó de “ignorante” a la hija de Siquieros, Adriana, por señalar que el legado artístico de su padre se encontraba en el abandono. El mencionado funcionario declaró que entre los “varios” murales restaurados se encuentra el del SME. (Fuente: Revista PROCESO). Basta visitar dicho local para convencerse de que Adriana Siqueiros llevaba la razón. Si hubo algún restaurador, este no era muy bueno que digamos.
Es vergonzoso el mal estado en que se encuentran varias obras de arte en el DF, como el mural del Apocalipsis que pintó Orozco en la antigua iglesia de Jesús Nazareno, sobre la avenida 20 de noviembre. También se está cayendo a pedazos, y los curitas encargados parecen disfrutar con ello, ni siquiera permiten a la gente subir para ver la pintura. Y aquí vemos cuan parecidas son a veces derecha e izquierda. Una Iglesia y un sindicato tienen en común el abandono y el valemadrismo por el arte.
Ni esperar que la iglesia restaure lo que le toca, lo único que le parece interesar restaurar es la monarquía y el santo oficio. ¿Y el gobierno de la ciudad de México?: El régimen de Ebrard ha derribado ya 16 casas del siglo XVIII, y sólo le importa la cultura cuando es negocio.
Ojalá el SME haga pronto algo para que no desaparezca la que es, al menos para mí, la obra maestra del maestro Siqueiros....
Su colaboración con técnicos y químicos estadounidenses dio lugar a la invención de la pintura acrílica, la más usada actualmente, debido a sus virtudes frente al clásico óleo. Su uso pionero de plásticos, aerógrafos, aerosoles, etc.; la organización de talleres de pintura mural colectiva y callejera en Estados Unidos, Chile, Argentina y otros países; su crítica a otros muralistas por decorar sólo edificios del estado, “precisamente aquellos (muros) que estaban más alejados del tránsito de las masas”; y al Taller de Gráfica Popular por no usar el ofsett y la fotocopia; su idea de un arte comprometido y público; lo hacen el genuino padre del graffiti y del arte urbano actual. Cierto que su obra tiene claras diferencias con el arte urbano de hoy, pero también tiene más parecidos que la de cualquiera de sus contemporáneos, en cualquier parte del mundo.
El juicio que en los 50`s dio Manuel Rodríguez Lozano -excelente pintor, por otra parte-, sirve para ver cuan adelantados estaban los procedimientos usados por Siqueiros para su época, incapaz de valorarlos justamente: “¿Siqueiros? Pues su pintura es tal que yo le llamo ‘pintura robot’, porque no usan –él y sus discípulos- más que la mecánica: fotografían al sujeto, sacan la diapositiva, la proyectan y le meten la pistola al aire, luego, carecen de criterio”. ¿Qué pensaría Lozano de los modernos artistas del esténcil?
Pero la historia la escriben los vencedores, dice la canción. A Borges, al Octavio Paz de la vejez, a George Orwell-que fue policía y delator-, y a muchos otros se les perdonan sus coqueteos con la derecha y sus opiniones políticas muchas veces aberrantes. A Siqueiros no, porque apoyó a los que perdieron la guerra fría. Y este tendencioso ostracismo, debido a razones políticas, no artísticas, lo llevan a cabo precisamente los que defienden que el arte se debe separar de la política.
La verdad es que los errores de Siqueiros nos enseñan tanto como sus experimentos plásticos, pues nos hacen recordar los riesgos de no tener una posición autocrítica hacia nuestras propias creencias y prejuicios, y hacia los movimientos e ideologías que defendemos.
Pero esta entrada no era para echarle flores a este arrumbado pintor, sino para denunciar el mal estado en que se encuentra la que tal vez es su obra maestra, el mural que pintó para el Sindicato Mexicano de Electricistas. Lo pueden visitar en la dirección Antonio Caso No. 45, Colonia Tabacalera, Del. Cuauhtémoc, cerca del monumento a la revolución y de varias estaciones de metro (como Juárez: saliendo tomen la calle Victoria hacia Insurgentes).
Les aseguro que se darán una grata sorpresa, como dice el comercial. A pesar de haber sido realizado en 1939 en un espacio reducido, parece haber sido pintado ayer, tan moderna es su técnica, su diseño y su perspectiva activa, inventada por el propio Siqueiros.
Mejor dicho, parecería haber sido pintado ayer si no se estuviera cayendo a pedazos, tan descuidado lo tienen los del sindicato. Así como luchan porque no se privatice la electricidad, así deberían proteger este mural, que tambien forma parte del patrimonio mexicano que les fue dado a su cuidado. Cuando empecé a tomar fotografías para este blog, debidamente disfrazada, no tardó en venir el típico policía a chingar. En lugar de gastar dinero en pagarle a alguien para molestar a los ocasionales visitantes, deberían ocuparse de invertir algo en su restauración, antes de que sea demasiado tarde.
En enero del 2004, el entonces subdirector del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencrpam) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Alejandro Morfín Faure, tachó de “ignorante” a la hija de Siquieros, Adriana, por señalar que el legado artístico de su padre se encontraba en el abandono. El mencionado funcionario declaró que entre los “varios” murales restaurados se encuentra el del SME. (Fuente: Revista PROCESO). Basta visitar dicho local para convencerse de que Adriana Siqueiros llevaba la razón. Si hubo algún restaurador, este no era muy bueno que digamos.
Es vergonzoso el mal estado en que se encuentran varias obras de arte en el DF, como el mural del Apocalipsis que pintó Orozco en la antigua iglesia de Jesús Nazareno, sobre la avenida 20 de noviembre. También se está cayendo a pedazos, y los curitas encargados parecen disfrutar con ello, ni siquiera permiten a la gente subir para ver la pintura. Y aquí vemos cuan parecidas son a veces derecha e izquierda. Una Iglesia y un sindicato tienen en común el abandono y el valemadrismo por el arte.
Ni esperar que la iglesia restaure lo que le toca, lo único que le parece interesar restaurar es la monarquía y el santo oficio. ¿Y el gobierno de la ciudad de México?: El régimen de Ebrard ha derribado ya 16 casas del siglo XVIII, y sólo le importa la cultura cuando es negocio.
Ojalá el SME haga pronto algo para que no desaparezca la que es, al menos para mí, la obra maestra del maestro Siqueiros....
domingo, 13 de abril de 2008
8 DE ABRIL-HOSPITALIZAN EN CHIAPAS A 70 POLICIAS ATACADOS POR ABEJAS AFRICANAS... 10 DE ABRIL-FALLECE EL CARDENAL CORRIPIO AHUMADA
MORALEJA: ¿QUIÉN DICE QUE EN LOS PERIÓDICOS NO SE ENCUENTRAN BUENAS NOTICIAS?
EL CADÁVER Y EL SOFÁ / PERSÉPOLIS
EL CADÁVER Y EL SOFÁ
Autor: Tony Sandoval
Caligrama Editores
México. 2006
Después de una época en que los profetas de siempre* predijeron la muerte de ese animal anfibio que se mueve entre la literatura y las artes plásticas -la historieta, pues -, hoy vemos como ocurre lo contrario en países como Japón y Estados Unidos, donde las editoriales especializadas reciben cada vez más ganancias y logran prestigio entre círculos dizque intelectuales, mientras las historietas más famosas son adaptadas al cine y la T.V.
En un México poblado de Sensacionales de chafiretes y uno que otro valiente fanzine pagado y editado por sus mismos creadores (recordemos en el Df a Cristobal y Gulp fiction, y en Puebla a El vicionudo y El mono fácil), la situación es más desoladora.
Caligrama Editores
México. 2006
Después de una época en que los profetas de siempre* predijeron la muerte de ese animal anfibio que se mueve entre la literatura y las artes plásticas -la historieta, pues -, hoy vemos como ocurre lo contrario en países como Japón y Estados Unidos, donde las editoriales especializadas reciben cada vez más ganancias y logran prestigio entre círculos dizque intelectuales, mientras las historietas más famosas son adaptadas al cine y la T.V.
En un México poblado de Sensacionales de chafiretes y uno que otro valiente fanzine pagado y editado por sus mismos creadores (recordemos en el Df a Cristobal y Gulp fiction, y en Puebla a El vicionudo y El mono fácil), la situación es más desoladora.
Pero ojalá no sea por mucho tiempo.
Por ello se agradece la labor de Caligrama Editores ( http://www.caligrama.com.mx/
). Esta editorial independiente ha logrado reeditar el clásico Operación Bolívar, de Edgar Clement, y su continuación El Kerubim, e incluso se mete con los best-sellers gringos, publicando la edición mexicana de 30 días de noche.
Una de las mejores obras que ha sacado Caligrama editores es El cadáver y el sofá, del sonorense Tony Sandoval. Este experimentado artista de talla internacional –como dice sin exagerar la revista Comic Zone-, tiene ya varias obras publicadas ( Nocturno, Tinieblas, Blacky ), ha participado con personales y logradas historietas en antologías como Pulpo comics, y sus trabajos han sido y siguen siendo publicados en el extranjero en revistas como Heavy Metal y países como España, Estados Unidos ( Johnny Caronte y El revolver ), Suiza, Francia y Bélgica ( Vielle Amerique ).
El cadáver y el sofá, su primera novela gráfica publicada en México-y en otros países ya, como España-, es una historia siniestra, juvenil e inicíatica, con una bella adolescente de enlutadas ropas, negros pupilentes y blancas tetas, similar -pero más inquietante y atractiva- a “La Muerte” del comic The Sandman, de Neil Gaiman.
En esta película-libro, hermosamente dibujada y coloreada, podemos ver como el descubrimiento del amor, del sexo y de la muerte van de la mano; o también recordar el significado de la frase “El hombre es el lobo del hombre”, en este mundo poblado por Hombres-lobo, lobo-hombres, lobos-lobos, hombres-hombres y, cuando se es afortunado, alguna que otra mujer.
Caligrama es una editorial que hacía falta en el país. Tony Sandoval es uno de los grandes creadores de la nueva historieta mexicana. Como Edgar Clement o Ricardo Peláez, es un artista de talla internacional, y como ellos también, aún siendo de culto, es mucho menos conocido de lo que se merece en México.
*También llevan profetizando la muerte del libro desde hace 200 años o más. Parece que los mentados profetas sólo ven televisión.
Una de las mejores obras que ha sacado Caligrama editores es El cadáver y el sofá, del sonorense Tony Sandoval. Este experimentado artista de talla internacional –como dice sin exagerar la revista Comic Zone-, tiene ya varias obras publicadas ( Nocturno, Tinieblas, Blacky ), ha participado con personales y logradas historietas en antologías como Pulpo comics, y sus trabajos han sido y siguen siendo publicados en el extranjero en revistas como Heavy Metal y países como España, Estados Unidos ( Johnny Caronte y El revolver ), Suiza, Francia y Bélgica ( Vielle Amerique ).
El cadáver y el sofá, su primera novela gráfica publicada en México-y en otros países ya, como España-, es una historia siniestra, juvenil e inicíatica, con una bella adolescente de enlutadas ropas, negros pupilentes y blancas tetas, similar -pero más inquietante y atractiva- a “La Muerte” del comic The Sandman, de Neil Gaiman.
En esta película-libro, hermosamente dibujada y coloreada, podemos ver como el descubrimiento del amor, del sexo y de la muerte van de la mano; o también recordar el significado de la frase “El hombre es el lobo del hombre”, en este mundo poblado por Hombres-lobo, lobo-hombres, lobos-lobos, hombres-hombres y, cuando se es afortunado, alguna que otra mujer.
Caligrama es una editorial que hacía falta en el país. Tony Sandoval es uno de los grandes creadores de la nueva historieta mexicana. Como Edgar Clement o Ricardo Peláez, es un artista de talla internacional, y como ellos también, aún siendo de culto, es mucho menos conocido de lo que se merece en México.
*También llevan profetizando la muerte del libro desde hace 200 años o más. Parece que los mentados profetas sólo ven televisión.
Dirección: Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud.
Guión: Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud (basado en las novelas gráficas de Marjane Satrapi).
Guión: Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud (basado en las novelas gráficas de Marjane Satrapi).
Francia. 2007. Duración: 95 min.
Si despúes de ver Inmortal, de Enki Bilal (basada en la serie de novelas gráficas La feria de los inmortales, del mismo autor) vemos Persépolis, podemos pensar en un deseable renacimiento en Europa de las adaptaciones de historietas al cine.
Persépolis es una serie de historietas de tema autobiográfico. La autobiografía es un género muy usado en la novela gráfica desde que Will Eisner realizó Contrato con Dios, y cuenta con obras tan importantes como Maus de Art Spiegelman y las crónicas urbanas de los Hermanos Hernández.
Si Persépolis atrapa, se debe sobre todo a la vida que nos narra, la de su autora, la artista Iraní Marjane Satrapi. Una vida que es dolorosamente demasiado común, pues es la vida de las mujeres que viven bajo la guerra.
En medio de un Irán cada vez más confuso e irrespirable, atrapado entre las guerras civiles y las guerras contra el vecino Irak, saqueado por sus dictadores y por los invasores imperialistas de Inglaterra y Estados Unidos; una niña demasiado común y corriente, es decir, inteligente y audaz, crece y se vuelve una mujer ya no tan común y corriente, pues sigue siendo inteligente y audaz.
Y ser mujer en Irán, y para acabarla de amolar inteligente y audaz, es poco menos que pecado y mucho más que una grosería para los hombres sesohuecos que gobiernan su país con mano de hierro.
Siguiendo el ejemplo y los consejos que le dan su tío, un comunista torturado y asesinado por el estado, y su abuela, una mujer que todas las mañanas se llena su corpiño con flores, Marjane dialoga en sueños con Dios y Marx, se rebela en la vigilia a maestros y soldados fundamentalistas, y también comete actos vergonzosos, y causa mal a otros.
Luego descubre la vida fuera de Irán, la del “primer mundo”, la de los “nihilistas forzados”, que acaso creen que la muerte de su tío y el dolor de su pueblo han sido en vano. Segregada en su país y en el extranjero por ser mujer y árabe, Marjane nos cuenta su vida con una ternura y una lucidez autocrítica poco común en mujeres y hombres.
El dibujo, sencillo pero eficaz e ingenioso, ayuda a darle realismo a esta crónica ácida e íntima de la historia de un país y sus habitantes.
Las virtudes de las novelas gráficas de Persépolis fueron llevadas al cine con la ayuda del co-director Vincent Paronnaud. Esta colaboración entre historietista y cineasta, que nos recuerda la de Frank Miller y Robert Rodríguez en Sin City, ha logrado ya el premio del jurado en Cannes, y sin duda-bueno, para mí-, era la verdadera merecedora del Oscar.
Algo que tiene a su favor la película sobre las historietas, es que estas nos costarían cientos de pesos en su edición española -editorial Norma-, mientras que la película la podemos comprar a 10 o 20 pesitos en puestos de DVD’s piratas. Alabado sea Tepito.
Si despúes de ver Inmortal, de Enki Bilal (basada en la serie de novelas gráficas La feria de los inmortales, del mismo autor) vemos Persépolis, podemos pensar en un deseable renacimiento en Europa de las adaptaciones de historietas al cine.
Persépolis es una serie de historietas de tema autobiográfico. La autobiografía es un género muy usado en la novela gráfica desde que Will Eisner realizó Contrato con Dios, y cuenta con obras tan importantes como Maus de Art Spiegelman y las crónicas urbanas de los Hermanos Hernández.
Si Persépolis atrapa, se debe sobre todo a la vida que nos narra, la de su autora, la artista Iraní Marjane Satrapi. Una vida que es dolorosamente demasiado común, pues es la vida de las mujeres que viven bajo la guerra.
En medio de un Irán cada vez más confuso e irrespirable, atrapado entre las guerras civiles y las guerras contra el vecino Irak, saqueado por sus dictadores y por los invasores imperialistas de Inglaterra y Estados Unidos; una niña demasiado común y corriente, es decir, inteligente y audaz, crece y se vuelve una mujer ya no tan común y corriente, pues sigue siendo inteligente y audaz.
Y ser mujer en Irán, y para acabarla de amolar inteligente y audaz, es poco menos que pecado y mucho más que una grosería para los hombres sesohuecos que gobiernan su país con mano de hierro.
Siguiendo el ejemplo y los consejos que le dan su tío, un comunista torturado y asesinado por el estado, y su abuela, una mujer que todas las mañanas se llena su corpiño con flores, Marjane dialoga en sueños con Dios y Marx, se rebela en la vigilia a maestros y soldados fundamentalistas, y también comete actos vergonzosos, y causa mal a otros.
Luego descubre la vida fuera de Irán, la del “primer mundo”, la de los “nihilistas forzados”, que acaso creen que la muerte de su tío y el dolor de su pueblo han sido en vano. Segregada en su país y en el extranjero por ser mujer y árabe, Marjane nos cuenta su vida con una ternura y una lucidez autocrítica poco común en mujeres y hombres.
El dibujo, sencillo pero eficaz e ingenioso, ayuda a darle realismo a esta crónica ácida e íntima de la historia de un país y sus habitantes.
Las virtudes de las novelas gráficas de Persépolis fueron llevadas al cine con la ayuda del co-director Vincent Paronnaud. Esta colaboración entre historietista y cineasta, que nos recuerda la de Frank Miller y Robert Rodríguez en Sin City, ha logrado ya el premio del jurado en Cannes, y sin duda-bueno, para mí-, era la verdadera merecedora del Oscar.
Algo que tiene a su favor la película sobre las historietas, es que estas nos costarían cientos de pesos en su edición española -editorial Norma-, mientras que la película la podemos comprar a 10 o 20 pesitos en puestos de DVD’s piratas. Alabado sea Tepito.
martes, 1 de abril de 2008
VIAJE A CHECOSLOVAQUIA I: EL OSARIO DE SEDLEC
EL OSARIO DE SEDLEC
Durante la peste negra, a mediados del siglo XIV, y después de las guerras husitas, a principios del siglo XV, miles de personas murieron y fueron enterradas en el cementerio de Sedlec, un suburbio de Kutná Hora, en la República Checa. Pronto hubo sobrepoblación en el panteón, y para hacer sitio a los nuevos difuntos, unos 40 000 esqueletos tuvieron que ser sacados y guardados en una capilla construida en el sótano de la iglesia gótica que aún se halla al centro del cementerio.
En 1870, František Rint, un tallista de madera, fue contratado para ordenar los huesos. Arriba pueden ver algunas imágenes de su trabajo. Incluso formó con huesos el escudo de la familia que le encargó el trabajito, sin olvidar poner un cuervo cavando en el ojo de una calavera, y también con huesos puso su firma, como puede verse en la última imagen de arriba.
En 1970, centenario de la creación de Rint, Jan Svankmajer, uno de los principales cineastas vivos, hizo un cortometraje en homenaje a tan peculiar obra de arte religioso, que recuerda a los tzompantlis mexicanos-destruídos todos por los invasores españoles- y a las ciudades y palacios que hay en mi reino del inframundo, donde ahora el buen František trabaja como maestro de obras.
Aquí abajo pueden ver una versión remezclada de dicho corto.
La página oficial del osario de Sedlec es http://www.kostnice.cz/
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