Tres poetas de diversos países y épocas escriben sobre enfermedades, virus y bacterias.
1: GOTTFRIED
BENN
Gottfried Benn (1886-1956),
doctor y poeta, publicó en 1912 Morgue y otros poemas, que asombró por la mezcla de estereotipos
líricos con temas macabros y grotescos, y se volvió uno de los principales libros del expresionismo alemán.
HOMBRE Y
MUJER ATRAVIESAN LA BARRACA DE LOS CANCEROSOS
El hombre:
Aquí en esta fila úteros destruidos
Y en esta fila pechos destruidos.
Camas juntas y apestosas, a cada hora las hermanas se turnan.
Aquí en esta fila úteros destruidos
Y en esta fila pechos destruidos.
Camas juntas y apestosas, a cada hora las hermanas se turnan.
Ven, levanta silenciosamente esta manta.
Mira esta gran pila de grasa y horribles humores
fue preciosa para un hombre alguna vez
significaba éxtasis y hogar.
Mira esta gran pila de grasa y horribles humores
fue preciosa para un hombre alguna vez
significaba éxtasis y hogar.
Ven y mira estas cicatrices en el pecho.
¿Sientes el rosario de pequeños nudos blandos?
Toca sin temor. La carne cede y está adormecida.
Aquí hay uno que sangra como si tuviese treinta cuerpos.
Nadie tiene tanta sangre. De ésta tuvieron que arrancar a
un niño de su útero canceroso.
¿Sientes el rosario de pequeños nudos blandos?
Toca sin temor. La carne cede y está adormecida.
Aquí hay uno que sangra como si tuviese treinta cuerpos.
Nadie tiene tanta sangre. De ésta tuvieron que arrancar a
un niño de su útero canceroso.
Los dejan dormir. Día y noche. —A los
nuevos
se les dice: aquí el sueño les hará bien—. Pero los
domingos se les deja un rato despiertos para las visitas.
se les dice: aquí el sueño les hará bien—. Pero los
domingos se les deja un rato despiertos para las visitas.
Toman un poco de alimentos. Sus espaldas
están
llagadas. Ves las moscas. A veces,
las hermanas los lavan. Como uno lava los bancos.
Aquí las sepulturas se elevan alrededor de cada cama y la
carne desciende a la tierra. El Fuego se extingue y
La vitalidad se apresta a correr. La Tierra llama.
llagadas. Ves las moscas. A veces,
las hermanas los lavan. Como uno lava los bancos.
Aquí las sepulturas se elevan alrededor de cada cama y la
carne desciende a la tierra. El Fuego se extingue y
La vitalidad se apresta a correr. La Tierra llama.
(Traducción:
Daniel Rojas Pachas.
En Morgue y otros poemas se describen algunos de los cadáveres que se encontraban
en las morgues de Berlín a principios del siglo XX:
HERMOSA
JUVENTUD
La boca de una niña que había estado
mucho tiempo entre los juncos
parecía tan carcomida.
Cuando le quebraron el pecho, el esófago
estaba tan agujereado.
Por fin, en una pérgola bajo el
diafragma
hallaron un nido de pequeñas ratas.
Una hermanita yacía muerta.
Las otras se alimentaban del hígado y
del riñon,
bebían la sangre fría y pasaron aquí
una hermosa juventud.
Y hermosa y rápida las sorprendió la
muerte:
a todas las lanzaron al agua.
¡Ay, cómo chillaban los pequeños
hocicos!
(Traduccion: Verónica Jaffé.
2: MANUEL BANDEIRA
Manuel Bandeira
Filho, nació en Recife, Estado de Pernambuco, en el nordeste brasileño, el 19
de abril de 1886. Tuvo que interrumpir sus estudios de ingeniería a causa de la
tuberculosis que le invadió desde 1904. Con todo, superó a esa enfermedad, para morir de hemorragia gástrica a los 82 años de edad en Río de
Janeiro, en 1968.
NEUMOTÓRAX
Fiebre, hemoptisis, disnea y sudores nocturnos.
La vida entera que podía haber sido y
que no fue.
Tos, tos, tos.
Mandó llamar al médico:
- Diga treinta y tres.
- Treinta y tres... treinta y tres...
treinta y tres...
- Respire.
…....................................................................
- Tiene usted una perforación en el
pulmón izquierdo
y el pulmón derecho infiltrado.
- Entonces, doctor, ¿no es posible
intentar un neumotórax?
- No, lo único que se
puede hacer es tocar un tango argentino.
(Poema
publicado en “Libertinagem” en 1924.
Traducción:
Juan Martín
Poeta de primera
línea y de varios recursos, Manuel Bandeira fue uno de los escritores
que introdujeron las vanguardias literarias a Brasil:
LA SELVA
¡La selva se agita, revolotea y toda se
retuerce y se sacude!
La selva tiene algo que decir.
Y ulula y se retuerce toda como la
actriz de una pantomima trágica.
Cada rama en rebeldía
Induce la misma desprendida ansia.
Todas ellas saben del mismo pánico.
O es que piden desesperadamente la misma
cosa urgente.
¿Qué sabrá la selva? ¿Qué pedirá la
selva?
¿Pedirá agua?
Pero el agua ha poco le ha fustigado,
ahuyentándola, saciándola como a los golosos.
¿Pedirá el fuego para la purificación de
necrosis milenarias?
¿O no pide nada, y quiere hablar y no
puede?
¿Habrá sorprendido el secreto de la
tierra por los oídos de sus finísimas raíces?
¡La selva se agita, revolotea, se
retuerce y se sacude!
La selva está hoy como una multitud en
delirio colectivo.
Sólo una cepa de bambúes, aparte,
Se balancea levemente… levemente…
levemente…
Y parece sonreír del delirio general.
(Traducción:
Patricia Tejeda Naranjo.
3: ORIETTE D’ANGELO C.
En la
excelente página web círculodepoesía.com, en una
antología de Poesía joven de Venezuela, me encontré con el siguiente
poema de Oriette D’Angelo (Caracas, 1990) sacado de su libro Cardiopatías (2016,
Monte Ávila),
que pueden leer completo aquí.
RESISTENCIA A LA INSULINA
Pronto olvidarás que también eres agua
Chamuscarás tu lengua morada
mientras masticas el dulce
No querrás beber la pasta naranja
que te seca los labios y te revuelve el
estómago
Te dirán que repitas el ciclo
una y otra vez
mientras te pegan el brazo a la mesa de
las inyecciones
Aguantarás una aguja
dos
tres
[la pasta naranja se mezclará con tu sangre y dará el diagnóstico]
Pensarás en el antecedente:
el abuelo diabético que te dejó esta
herencia
el pretexto que busca el dulce para ser
ansiolítico
la excusa de los doctores para
extraerte plaquetas.
¿Qué hacen con la sangre que sobra en
los tubos de ensayo?
¿A dónde van a parar esos pequeños
agentes
portadores de nuestra historia?
¿Dónde se nos olvida o se nos ubica?
¿Se nos desechan los genes
como muertos apilados en el cementerio?
¿O se conservan para herencias vivas
en gavetas de enfermeras?
El mundo se llena de nuestros tubos de
ensayo
somos también sangre fría y congelada
portadora de enfermedades y de
identidad genética
nadie igual a nosotros
todos iguales en los tubos
Venimos arrastrando el tipo de sangre
de otro
mezclado con el otro
para ser otro
Sólo nos diferencia la enfermedad que
escogemos
y la que nos imponen.
Del mismo libro (que ganó una mención en el Concurso para Autores Inéditos, edición 2014):
ANATOMÍA
DE UN INFARTO
Poco a poco se te
congelarán las piernas. Sentirás que un gato te maúlla fuerte en el oído.
Necrosis corporal. Que ya no me llevaste sangre. Que ya me tapaste las
arterias. Que ya basta del maltrato que me irriga el cuerpo. Que ya no sabes
pronunciar un nombre. Que te tocas el pecho y el tacto duele menos cuando es
propio. Que el aire también infarta. Que esto no es grito ni resistencia.
Desgaste coronario. Problema sanguíneo de comunicación. Falta de compostura
ventricular. Que este grito no es aullido.
Hay amigos que
son arterias, amigos que se tapan. Trombosis isquémica. Hay personas que son
infartos y tienen brazos y piernas y cuello. Anatomía de un delirio.
[qué dolor, qué
muerte me produces.]
HUESOS
Y DAÑOS
Dijeron que podía quedarme ciega
y que a veces los tumores aparecen
solos
Me recetaron una pastilla vencida
y la sangre se me retrasó toda una
infancia
Me ofrecieron una operación de
hambre
un trasplante de gusto
un cambio de oído
un
esófago nuevo.
Tengo rota la columna
y un hueso desprendido que me
duele en la conciencia
[genes propensos a quebrarse]
me inventé un cromosoma nuevo para
no sufrir
llevo heridas que huelen a calcio
glóbulos rojos llenando vacíos
Estoy condenada a perder la
memoria
[hemisferio cerebral atrapado en
la gaveta]
sufro de despiste selectivo
y de mi vesícula sacan piedras
para construir autopistas.
Estoy condenada a la fractura para
ser ventana
que no es condena
si los huesos te sirven para escapar.
Tengo una herencia de huesos y
daños
y aun así me busco
la voluntad
de vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario